En la terminal Marítima de Grimaldi del Puerto de Barcelona, algunas líneas de carga transportan dimensiones no estándar o incorrectamente declaradas. Los errores en la estimación de estas dimensiones, lleva equivocaciones en la planificación del almacenamiento interior del ferry, y unos ingresos menores por mercancía transportada. En conclusión, la falta de automatización y puntos de control dificulta la trazabilidad y el seguimiento.
Este proyecto nace como un nuevo caso de uso después del proyecto Clever-Sense Residus, subvencionado por «Puertos del Estado» dentro de Ports 4.0, con la colaboración de la Autoridad Portuaria de Barcelona y Go Clever.